El Duelo
Duelo es transformación. Es ese testigo y guía que nos avisa que tenemos que hacer un reordenamiento de la vida para que aparezca el equili- i brio del cuerpo y del espíritu. El duelo trae dolor, el dolor es un guía; el duelo es un dolor que genera vida, un dolor de renacimiento. Siendo el dolor en sí mismo sabio lo convertimos en tormento cuando se anida el miedo a la transformación y se presenta la culpa, la incertidumbre, la angustia, la desesperanza, la depresión, la soberbia, la rabia, la venganza, el apego, la obsesión y la mentira.
El duelo invita a adentrarse en el calendario de la vida, si tenemos plan de vida y propósitos, al cumplirlos transformamos y entramos en duelos, i El ser humano siempre está en pre duelos, duelos y post duelos. Desde el ‘J inicio de la vida aparecen los duelos, cada etapa de la vida implica dejar de hacer cosas: vivimos duelos al utilizar el cuerpo de manera diferente, en j el crecimiento desde la infancia hasta la vida adulta, en las pérdidas por la vejez y las muertes.
En la memoria quedan duelos que no han sido sanados, unos propios 1 y otros que vienen de nuestros antepasados, es necesario hacer el duelo y 1 limpiar esa memoria para no quedarnos atrapados. El duelo es diferente 1 del conflicto, debemos identifcar los conflictos para resolverlos; para luego ^ tratar el duelo. El duelo no es olvido, es sanación y requiere de tiempo. *
El duelo tiene un propósito dentro de la autonomía que nos hace libres, tiene una reglamentación y en esta medida transforma y reorganiza el plan de vida. Hay que visionar esta transformación para volver al orden * y vivir el duelo.
